La reserva natural integral del Pijaral en Tenerife constituye un paraje con importantes valores ambientales, al albergar una de las mejores muestras de la laurisilva de la Isla.
Este lugar protegido por una normativa regional se encuentra emplazado en la vertiente norte del Macizo de Anaga. Con una extensión de 300 hectáreas dentro del término municipal de Santa Cruz de Tenerife, está caracterizado por unas fuertes pendientes y grandes desniveles poblados con una densa cobertera vegetal, principalmente a base de laurisilva. Las mencionadas pendientes han favorecido su exclusión del uso humano y han permitido al entorno mantener el estado de conservación que presenta en la actualidad.
La Reserva Natural Integral del Pijaral asienta sobre una zona originada por acúmulo de muchos materiales volcánicos. Estos son esencialmente de tipo basáltico, sobre los que se disponen diferentes elementos sálicos. De entre estos últimos destacan los roques o pitones sálicos conocidos como Anambro y Chinobre que establecen la frontera sur de la reserva, y constituyen sendos elementos singularizados del paisaje, de interés científico, geológico y geomorfológico.
El Pijaral es uno de los espacios naturales protegidos de Canarias con mayor diversidad de helechos y una de las mejores muestras de laurisilva de las islas. Uno de los helechos le otorga el nombre a toda la Reserva, la Píjara. Un helecho gigante cuyas frondes pueden alcanzar hasta 3 metros de longitud formando enormes alfombras a nuestro paso.